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"Nadie que confía en sí, 
envidia la virtud del otro".
»Cicerón

"Nadie te puede hacer sentir inferior sin tu consentimiento".
»Eleanor Roosevelt

Las personas con alta autoestima no se sienten superiores a los demás; 
no buscan probar su valor comparándose con los demás. 
Disfrutan siendo quienes son, 
no siendo mejor que los demás
»Nathaniel Branden

Uno de los hábitos más perjudiciales para tu sentido de confianza es compararte con los demás. Tal vez te pueda parecer provechoso compararte con alguien mejor que tú para tratar de ser igual o mejor que esa persona. Al fin y al cabo, mientras esa persona sea mejor que tú, cada vez que estés en su presencia o te acuerdes de ella, te llenarás de un motivo más para intentar superarla.

Pues déjame decirte que te estás engañando a ti mismo. Y déjame decirte además que esta es una de las peores cosas que puedes hacer, y esto es así por muchos motivos.

Si no estás convencido, me gustaría que te preguntaras ¿Qué pasará cuando esa persona ya no sea mejor que tú? ¿Buscarás otra persona a la que debas/puedas superar? ¿Y si no la encuentras? Supón que en tu lugar de trabajo encuentras a uno o dos compañeros que son mejores que tú en algún aspecto, y además supón que luego de un tiempo terminas superándolos. ¿Con quién te vas a comparar ahora si tú eres ‘supuestamente’ mejor que todos tus compañeros? ¿Terminarían ahí tus ganas de superarte y de ser mejor? ¿Es esa tu idea de éxito?

Cree en ti mismo sin importar nada más
Busca el valor dentro de ti mismo. Siéntete competente y seguro por tus propios méritos, no en comparación con alguien más.
Ahora pensemos en otro contexto y en otro conjunto de suposiciones. Imagina que siempre has querido ser mejor que los demás –o al menos mejor que tus amigos y conocidos- en todo. Así que haces todo lo posible por demostrarles que eres el mejor entre todos ellos jugando al fútbol. Ahora pregúntate ¿son ellos lo suficientemente buenos como para impulsarte a ser un mejor jugador?

Déjame que te replantee la pregunta de forma más sencilla. Simplemente imagina que tú eres un buen jugador, pero tus amigos y conocidos apenas saben cómo jugar. Si intentas superarlos, te quedará muy fácil hacerlo, casi no tendrás que esforzarte. Así que ahora puedes preguntarte si realmente tendrías el criterio necesario para escoger con qué personas es adecuado compararte y con cuáles no.

Tal vez te estés comparando con personas que no te impulsan a ser mejor, sino que simplemente hacen que te quede fácil mostrarles que eres mejor que ellas.

Inclusive, si fueras mejor que todo el mundo en algo, si sólo quieres ser mejor que los demás, no podrías alcanzar tu verdadero potencial, porque estás dejando que los demás te limiten, a pesar de que estés por encima de ellos. No serías “el mejor” sino simplemente “mejor que el resto”.

Para que se te quede fija la idea en tu mente, imagina que estás en un salón de clase y te crees más listo que el resto de tus compañeros, pero luego te fijas y caes en la cuenta de que son personas con retraso mental –o que son todos superdotados-. En una frase, tu imagen de superioridad/inferioridad es verdadera, pero inadecuada. Sólo sirve para destruirte.

Una persona con verdadera confianza no se valida a sí mismo por medio de los demás. Esto es demasiado dañino para ella, pues sabe que esa comparación nunca va a ser justa. Jamás.

Cada persona tiene su propio camino, sus propias ventajas y desventajas, sus propios problemas y sus propios privilegios. Si quisieras probar que eres mejor que alguien en algo muy concreto, tendrías que tener en cuenta gran parte de su vida. Cuánto tiempo dedica a cada cosa, qué recursos tiene o no, qué capacidades o discapacidades tiene, qué dificultades ha superado o está intentando superar en su vida, etc. Existen muchos factores que debes considerar para que puedas realmente probar, más allá de toda duda razonable, que eres mejor que alguien.

Si realmente esto es lo que quieres demostrar, probablemente estés más engañado de lo que crees. Si te crees mejor que alguien en este momento, ponte a pensar si en verdad es así. Te reto a que encuentres una razón justa por la que eres mejor que esa persona. Solo puedes probar que eres mejor que alguien más si todos los demás factores relevantes son iguales en ambos.

No te compares con los demás
Deja de pensar en los demás y en sus opiniones. Nunca lograrás complacerlos y nunca serás mejor o peor que ellos, porque siempre habrá alguien peor y mejor que tú. Siempre.

Como sea, si te acostumbras a compararte con los demás, poco a poco destruirás tu propia confianza, pues siempre dependerá de alguien diferente a ti. Ya no sería tuya porque ya no es independiente del resto, sino que siempre se define por cosas externas a ti.

Además, si sueles pensar cosas como “yo soy más inteligente que esa persona”, o “puedo hacer esto mejor que él o ella” o “esa persona no es tan interesante, puedo impresionarla fácilmente”, estás construyendo una imagen de valor propio que es falsa e ilusoria. 

Esto es muy peligroso, porque a cada rato tendrías que estar re-validando y recreando tu autoimagen conforme las personas y las situaciones sean diferentes, y a largo plazo esto será tan agotador como demoledor para ti, a pesar de que en el momento te haga sentir bien.

Si vivieras comparándote, nunca te concentrarías en mejorar tus propias habilidades o talentos, sino que siempre te limitarías a encontrar a alguien que sea peor que tú, y eso haría que cada vez fueras más mediocre. Nunca conocerías tu verdadero potencial porque siempre proyectarías tus defectos o fortalezas en los otros, y al hacerlo, estarías perdiendo tu identidad y progresivamente dejarías que los demás te digan qué eres y qué no, para qué eres bueno y para qué no.

Poco a poco, y prácticamente sin notarlo, cedes tu autoconcepto, tu autoestima y tu autoconfianza al resto del mundo. Todo eso ya no sería tuyo, ya no tendrías control sobre nada de eso.

Evita los complejos de inferioridad y superioridad

Una persona con verdadera confianza en sí mismo sabe que ella misma es suficiente. Las personas que tienen una autoconfianza real no pretenden probar que son más que los demás, sino que ven a todos como iguales y en lugar de criticar a los demás, los ayudan. Nadie se ha hecho grande solamente mostrando cuán pequeños eran los demás.

Evita el complejo de inferioridad
No intentes cultivar la autoconfianza comparándote con otros. El poder de creer en sí mismo no se alcanza comparándose con los demás.

Lo mismo funciona para las creencias de inferioridad. Si te piensas peor que los demás, no importa cuánto te esfuerces o cuánto intentes ser mejor, siempre encontrarás alguien mejor que tú. Y eso hará que te decepciones siempre. Si intentas compararte con los demás, siempre habrá alguien que te hará quedar mal y eso te llevará a que cada vez tengas menos ganas de hacer todo lo posible para ser mejor.

El mensaje que tengo para ti hoy es este: No juegues en contra de los demás, no te compares para bien o para mal. Juega contra ti mismo. Ponte tú mismo tus objetivos y tus metas, no dejes que otros te limiten indirectamente. Concéntrate en mejorarte a ti mismo, en ser cada vez tu mejor versión, en alcanzar lo máximo que puedes alcanzar. Piensa en correr más rápido que lo que corrías ayer y no en correr más rápido que alguien más lento o más rápido que tú.


Cómo construir una gran confianza en sí mismo
El cambio no se trata de adelantarse a los demás, sino en adelantarnos a nosotros mismos, en superarnos a nosotros mismos, romper nuestros propios límites y hacer que nuestro futuro sea mejor que nuestro presente.

Sin importar en qué situación te encuentres, siempre puedes salir de allí, con un poco de paciencia y mucho esfuerzo. En la siguiente oportunidad, pensaremos en positivo y te explicaré un poco las ventajas de tener una autoconfianza óptima y te mostraré algunas cosas que puedes hacer para ir fortaleciéndote en este aspecto.


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  1. Muy bonitos todos tus consejos. Es un aspecto difícil del que hablas, pero espero poder tener en cuenta, cada una de tus palabras.

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