Una vez que has decidido cambiar tus patrones de comportamiento con el fin de mejorar tu vida, resulta indispensable controlar tus emociones. Algunos piensan que la propia naturaleza de las emociones las hace incontrolables y que la idea de “manejar” o “dominar” las emociones es un imposible, una contradicción.
Sin embargo, mi perspectiva difiere de este tipo de ideas. Yo creo que es posible manejar adecuadamente las emociones. De hecho, pienso que entender y dominar las emociones (antes que sucumbir a ellas) es un aspecto clave en nuestro camino hacia el mejoramiento personal.
Para mí, aquel que sea incapaz de guiar constructivamente sus emociones será un esclavo de las mismas y perderá mucho tiempo y energías lidiando con los efectos de dar rienda suelta a sus emociones.
Por esta razón, quiero ofrecerte algunas reflexiones acerca de las emociones; y luego haremos un ejercicio que te servirá mucho para aprender a controlarlas.
Existen numerosas maneras de lidiar destructivamente con las emociones, sean estas positivas o negativas. Mientras que algunos se sumergen en un mar de sentimientos caóticos, otros optan por un paraje desierto, ignorando su propia vida interna. Así, en tanto que unos llegan al extremo de entristecerse o alegrarse demasiado, otros jamás llegan a apasionarse o alegrarse completamente.
Como sabiamente se nos suele advertir, todos los extremos son malos; y dejarse arrastrar por el capricho de nuestras emociones puede ser muy perjudicial, ya sea porque evitamos conectar con personas, objetos y momentos de nuestra vida o porque nos abalanzamos sobre las mismas de un modo tan desordenado que llegamos a hacernos daño, o peor aún, lastimamos a los demás.
Como sabiamente se nos suele advertir, todos los extremos son malos; y dejarse arrastrar por el capricho de nuestras emociones puede ser muy perjudicial, ya sea porque evitamos conectar con personas, objetos y momentos de nuestra vida o porque nos abalanzamos sobre las mismas de un modo tan desordenado que llegamos a hacernos daño, o peor aún, lastimamos a los demás.
Cuando te aferras a personas, actividades y objetos que te desgastan; o por el contrario, si apenas tienes energías para salir de la cama, tu mundo emocional se llena de confusión y muy pronto tu estado mental más común se caracteriza por la preocupación, el estrés, la ansiedad, el fracaso, la tristeza, la soledad, el rechazo y la depresión.
No es bueno dejar que nuestras emociones hagan lo que quieran con nuestra vida y nuestras relaciones personales. Por eso, seguramente eres capaz de reconocer que tu vida emocional necesita un punto de equilibrio. Y ese punto de equilibrio podrás alcanzarlo cuando comprendas que las emociones son un producto de tu mente.
No es bueno dejar que nuestras emociones hagan lo que quieran con nuestra vida y nuestras relaciones personales. Por eso, seguramente eres capaz de reconocer que tu vida emocional necesita un punto de equilibrio. Y ese punto de equilibrio podrás alcanzarlo cuando comprendas que las emociones son un producto de tu mente.
Como utilizar las emociones para tu propio beneficio: Ejercicio práctico de simulación mental:
Por supuesto, las reflexiones no sirven de nada si únicamente las vas a leer y las recordarás por un breve período de tiempo. Por eso quiero darte una herramienta que ya he introducido en este blog y es el poder de la visualización.
Si no tienes idea de lo que estoy diciendo, revisa esta entrada “Ejercicio de visualización: La importancia de tener fe en sí mismo” para que comprendas cómo funciona la visualización. Allí ofrezco una expicación más detallada del ejercicio.
Si no tienes idea de lo que estoy diciendo, revisa esta entrada “Ejercicio de visualización: La importancia de tener fe en sí mismo” para que comprendas cómo funciona la visualización. Allí ofrezco una expicación más detallada del ejercicio.
Lo que vamos a hacer a continuación será controlar una emoción. Tal vez no sea necesario que yo te convenza de que tú eres quien fabrica y moldea sus emociones, pero sí es imprescindible que tú mismo convenzas a tu mente de que eso es posible; y una de las mejores maneras de hacerlo es con un ejercicio de visualización.
Para comenzar, quiero que apagues el televisor, la radio y la música del computador. Si es posible, cierra el chat y apaga el celular. Si estás en tu habitación, cierra la puerta y pide que no te interrumpan. Si no, busca un lugar en el que puedas estar tranquilo. Elimina todas las distracciones posibles y adopta una posición cómoda. Comienza a respirar lenta y profundamente.
Primero que todo, no busques excusas a lo que sientes, no ignores lo que sientes, no intensifiques tus emociones. Acepta radicalmente las emociones que estás sintiendo. Tómate un momento para prestar atención a lo que estás sintiendo en este momento. Ponte a pensar en qué es lo que está pasando por tu mente y por tu cuerpo.
Cuestiónate. No tomes nada por sentado. Pregúntate qué estás sintiendo realmente y por qué. Lo que quiero que hagas es que identifiques plenamente la emoción en la que quieres trabajar.
Cuestiónate. No tomes nada por sentado. Pregúntate qué estás sintiendo realmente y por qué. Lo que quiero que hagas es que identifiques plenamente la emoción en la que quieres trabajar.
Busca emociones alternativas, tal vez se trate de algo más. Por ejemplo, quizá estés disfrazando un sentimiento de tristeza con rabia o malgenio. Rastrea la raíz de tus emociones y trata de hacerte una imagen clara de lo que estás sintiendo. Si es posible, busca la causa de tu emoción. ¿Estás reaccionado a un evento pasado, uno futuro o uno inventado en tu cabeza?
Si son muchas emociones a un tiempo, enfócate por ahora en la más fuerte (luego podrás repetir el ejercicio con las demás)
Continúa respirando profundamente. Respira despacio y trata de inhalar la mayor cantidad de aire posible. Seguramente te inundarán pensamientos de todo tipo. Déjalos pasar. No trates de removerlos de tu conciencia, tampoco te detengas en ellos. Imagina que estás sentado en una plaza o un parque y actúa como si esos pensamientos fueran transeúntes que pasan frente a ti. Los ves pasar pero no les prestas atención. No cierras los ojos pero tampoco les sigues con tu mirada. Simplemente pasan. Aparecen y desaparecen fácilmente.
Una vez que puedas concentrarte de nuevo en tu emoción principal, trata de verla desde todos los ángulos posibles. Imagina que es la escultura central de un museo y que puedes hacer lo que quieras con ella. Te paseas alrededor de ella, la tocas, la hueles, la saboreas, la miras desde diferentes puntos de vista.
Haz que la emoción sea para ti algo interesante y curioso: Cuando te desprendes un poco de tu emoción y la imaginas como una escultura, la dominas mejor.
Haz que la emoción sea para ti algo interesante y curioso: Cuando te desprendes un poco de tu emoción y la imaginas como una escultura, la dominas mejor.
Dale una forma específica a la escultura. Si es una emoción como la ansiedad, por ejemplo, puedes darle una forma puntiaguda. Tal vez la veas como un animal que represente ese sentimiento (un koala o un oso perezoso pueden significar indiferencia o depresión), o tal vez imagines algo tan simple como una esfera o un cubo.
Ahora, dale una textura (si es una emoción negativa, su textura podría ser rugosa, por ejemplo). Recorre la escultura con tus manos, con tu rostro, con la parte del cuerpo que quieras. Siente la textura de esa emoción en su totalidad.
Luego imagina una temperatura. La escultura puede estar muy caliente (como cuando tenemos los nervios de punta), o puede estar tan fría como un cubo de hielo. Nuevamente, recorre la escultura con tu piel y siente la diferencia entre la temperatura de tu piel y la temperatura de la escultura.
Ahora, dale una textura (si es una emoción negativa, su textura podría ser rugosa, por ejemplo). Recorre la escultura con tus manos, con tu rostro, con la parte del cuerpo que quieras. Siente la textura de esa emoción en su totalidad.
Luego imagina una temperatura. La escultura puede estar muy caliente (como cuando tenemos los nervios de punta), o puede estar tan fría como un cubo de hielo. Nuevamente, recorre la escultura con tu piel y siente la diferencia entre la temperatura de tu piel y la temperatura de la escultura.
Después, asígnale un color a la escultura. Los colores fuertes e intensos puedes utilizarlos para las emociones que son muy fuertes, como la alegría o la ira. Los colores pastel pueden ser emociones más débiles o más ambiguas. Por ahora, intenta pintar la escultura de un mismo color, así resultará más fácil el ejercicio de visualización.
A continuación, imagina un olor para esa escultura. Puede ser un olor dulce, penetrante o suave. Puede ser un olor fétido o desagradable o puede ser un olor que resulta de la mezcla de muchos olores. Inhala profundamente y captura ese olor.
Ahora, piensa también en un sabor. Imagina que esa emoción puede saborearse. Posiblemente, la ansiedad será amarga, la depresión será insípida y la ira será picante. ¿Qué sabor le pondrías a tus emociones en este momento?
A continuación, imagina un olor para esa escultura. Puede ser un olor dulce, penetrante o suave. Puede ser un olor fétido o desagradable o puede ser un olor que resulta de la mezcla de muchos olores. Inhala profundamente y captura ese olor.
Ahora, piensa también en un sabor. Imagina que esa emoción puede saborearse. Posiblemente, la ansiedad será amarga, la depresión será insípida y la ira será picante. ¿Qué sabor le pondrías a tus emociones en este momento?
También puedes imaginar un sonido, pero no te recomiendo darle un sonido a tu escultura porque pueden distraerte un poco. Esto es porque podemos taparnos la nariz, cerrar los ojos y apartar el tacto o el gusto; pero es muy difícil dejar de escuchar algo. Por más que nos tapemos los oídos con las manos, el sonido es algo que siempre está presente, y es el estímulo sensorial más difícil de controlar. Así que por ahora, centrémonos en las otras sensaciones de tu emoción.
Perfecto. Ahora pregúntate qué tipo de estímulo sensorial es más fácil de controlar para ti. Tal vez seas una persona muy visual o tal vez sientas que las texturas son más fáciles de controlar con tu mente. Puedes elegir una o varias sensaciones sensoriales, pero tendrás que centrarte solo en una en cada momento. Bien, lo que quiero que hagas es que modifiques la escultura a tu antojo. Selecciona una característica y auméntala o disminúyela según lo que quieras sentir o controlar.
A modo de ejemplo, agarremos una escultura del enojo y juguemos con ella. Después de todo, nosotros somos sus creadores (nosotros fabricamos nuestras propias emociones) y podemos hacer con nuestras esculturas lo que queramos. No tenemos límites.
Siguiendo con el ejemplo, vamos a suponer que nuestra escultura del enojo es un perro rabioso muy grande, digamos que mide tres metros de alto. Pero no queremos estar tan enojados, no es sano para nosotros. Así que vamos a imaginar como la escultura se va haciendo cada vez más pequeña. Hagamos que mida sólo un metro. Ahora estaremos un tercio menos enojados.
Pongámosle sonido e imaginemos que el perro está ladrando muy fuerte (después de todo, está enfadado). Después, visualicemos un trozo de carne apetitoso. Vamos a lanzarle el trozo de carne al perro y así haremos que deje de ladrar.
Pongámosle sonido e imaginemos que el perro está ladrando muy fuerte (después de todo, está enfadado). Después, visualicemos un trozo de carne apetitoso. Vamos a lanzarle el trozo de carne al perro y así haremos que deje de ladrar.
Luego, acerquemos nuestras manos a la escultura. Toquemos al perro rabioso, tiene la piel áspera y está muy caliente porque está malhumorado. Vamos a acariciar al perro y vamos a sentir cómo en nuestra imaginación el perro rabioso se va calmando. Su pelo se va suavizando, sus colmillos se esconden y su cuerpo tiene una temperatura más agradable.
Hagamos que agache las orejas, y que se sienta feliz. Ahora, nuestro perro rabioso está mucho menos enojado. Nuestra emoción, nuestro enojo, se ha disminuido. Tal vez no somos tan poderosos como para hacerla desaparecer, pero por lo menos hemos suavizado sus efectos.
Hagamos que agache las orejas, y que se sienta feliz. Ahora, nuestro perro rabioso está mucho menos enojado. Nuestra emoción, nuestro enojo, se ha disminuido. Tal vez no somos tan poderosos como para hacerla desaparecer, pero por lo menos hemos suavizado sus efectos.
Perfecto. Ahora tu mente se sentirá más capaz de controlar tus emociones. Haz este ejercicio con frecuencia y verás cómo te mente se hará cada vez más fuerte y capaz para dominar tus emociones y sentimientos. No te preocupes si al principio te cuesta seguir el ejercicio. Con la práctica mejorarás mucho.
Dependiendo de la imagen que elijas, puedes modificar sus diferentes características y hacer que sean más placenteras para ti. Creo que el ejemplo es muy claro y muestra que puedes jugar muchísimo con las imágenes que utilices. Si quieres intensificar una emoción positiva, como la alegría o la tranquilidad, puedes hacer lo mismo que el ejemplo anterior, pero con una escultura agradable desde el principio.
No hace falta que te diga que no es necesario que estés sintiendo una emoción para que puedas hacer el ejercicio de visualización. Recuerda que puedes crear tus emociones como prefieras. Por ejemplo, si quieres comenzar tu día sintiéndote contento, haz este ejercicio en tu cama después de despertar: imagina una esfera diminuta que se va haciendo más grande y más brillante. Esa esfera representará tu nivel de felicidad. ¡Asegúrate de hacerla gigante!
En la próxima ocasión pasaremos a la segunda parte de este ejercicio, que consiste en manipular las emociones de un modo más analítico para lograr que las emociones trabajen para ti y se conviertan en un aliado para tus metas.
"No tengas miedo de tus miedos.
No están ahí para asustar.
Están ahí para hacerte saber que algo vale la pena".
C. JoyBell C.
"Cada emoción tiene su lugar,
pero no debe interferir con la acción adecuada".
Susan Oakey-Baker
PARA DISCUTIR
1. ¿Has utilizado algún ejercicio de visualización o de simulación antes? ¿Para qué lo usaste? ¿Funcionó para ti?
2. Si las emociones fueran realmente esculturas, ¿cuál crees que sería la parte más difícil de controlar en una emoción?
3. ¿Consideras que es posible manejar tus emociones o piensas que es algo que no se puede lograr? ¿Por qué?
4. ¿Cuál es tu emoción más incontrolable?
NOTA: No tiene por qué ser una emoción negativa
5. ¿Cuál es la emoción negativa qué es más fácil de regular para ti? ¿Por qué?
"Cambia tu atención y cambiarás tus emociones.
Cambia tu emoción y tu atención cambiará de lugar".
Frederick Dodson
PARA HACER
1. Haz el anterior ejercicio con una escultura de verdad. Consigue materiales para hacer una escultura de la emoción que te cueste controlar más y repite el ejercicio. Así, el ejercicio será más realista.
2. Cuéntale sobre este ejercicio a un amigo cercano y busquen un espacio para hacerlo juntos. Al final, comenten las similitudes y diferencias que encontraron en sus esculturas. Esto te puede enseñar muchas más cosas sobre las emociones y cómo las personas las experimentan de maneras distintas.
3. Haz el anterior ejercicio con una emoción positiva. Crea una escultura asombrosa de la emoción positiva que más te caracterice: energía, entusiasmo, alegría, amabilidad, tranquilidad, etc. Es importante cultivar las emociones positivas y disfrutarlas lo máximo que podamos.
4. Grábate leyendo el ejercicio. La próxima vez que lo hagas, hazlo siguiendo tu propia voz. De esta manera lo harás más personal.
5. Enséñale a un niño el anterior ejercicio. Cuéntale un poco sobre qué son las emociones, para qué sirven y por qué es importante dominarlas. Enséñale a dominar la ira o la frustración con la técnica que acabas de aprender.
"Camina como el león,
habla como las palomas,
vive como los elefantes
y ama como un niño pequeño".
Santosh Kalwar
Santosh Kalwar
Siempre me han parecido geniales los ejercicios que pones de visualización. En este caso admito que soy una persona emocionalmente dependiente, y que casi siempre me dejo llevar por lo que siento en "X" momento, y que puedo cambiar muy seguido según lo que siento, por eso me parece muy útil poder controlar eso de alguna manera, ya que a pesar de eso considero que mi parte emocional también puede darme bastantes beneficios. Me gustaría que tal vez plantearás un ejemplo donde se intensifique una emoción positiva, como lo que pusiste brevemente al final de la esfera.
ResponderBorrarCómo hago para no racionalizar mis emociones? Cómo hago para no justificarlas?
ResponderBorrarexcelente yo tengo la capacidad de crear
ResponderBorrarWooooow excelente articulo.
ResponderBorrarGracias por tus comentarios y tu apoyo, Dufary. ¡Que tengas un excelente diciembre!
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