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En esta parte de la serie sobre la gran película "Whiplash", quisiera centrarme en la discusión sobre el grandioso final. Inmediatamente, esta película se convirtió en una de mis favoritas por muchas razones. Una de ellas es que ofrece muchas interpretaciones dependiendo del punto de vista que se adopte y por eso he dedicado una buena parte de mi tiempo y esfuerzos para desmenuzar sus múltiples mensajes.

Además, el final ofrece más preguntas que respuestas, lo cual es excesivamente estimulante para cualquier persona que vea la película. Sin duda alguna, para mí ha sido uno de los mejores finales de todos los tiempos.

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Lo mejor de "Whiplash" es que, bajo ninguna excusa se tolera la mediocridad. No obstante, podríamos concluir que Andrew  ganó la batalla al final, pero es muy probable que haya perdido la guerra.

Los últimos 15 minutos de la película son tan intensos que será muy difícil para mí olvidarlos; y estoy seguro que para muchos de los lectores también. A pesar de esto, recordemos la última escena.




¿Andrew hubiera llegado tan lejos sin Fletcher?


Una primera interpretación del final nos conduce a la idea de que el joven baterista finalmente "vence" a su maestro en su propio juego, incluso bajo condiciones especialmente adversas. Tanto trabajo duro por fin rinde sus frutos de una manera tan magistral que incluso vemos al maestro rendirse ante Andrew en silencio y olvidar lo que podríamos determinar como su "pequeña venganza".

Justo antes del final de su presentación, cuando hay un momento de silencio, la mirada del chico parece expresar su triunfo sobre su maestro (aunque desde mi punto de vista la interpretación de la relación entre Fletcher y Andrew como competitiva es errónea) y la mirada del profesor parece expresar el respeto que su pupilo se ha ganado.

El tiránico profesor ha arrojado tanto fuego que está seguro que ha quemado definitivamente a su estudiante, pero éste ha devuelto un fuego más intenso, un solo volcánico que deja sin palabras.

Bajo esta intepretación, el final es el triunfo del joven músico sobre sí mismo y sobre su insaciable maestro. Andrew demuestra con esto que está bajo control y regresa de los brazos de su padre; no para probar nada a su abusivo tutor, tampoco para evitar que su carrera se arruine frente a aquellos que "no olvidan", tampoco para rechazar el [mediocre] refuerzo positivo de su padre -lo cual parece odiar- y ni siquiera para probarse nada a sí mismo- porque se ha transformado, porque es un gran baterista de jazz y eso es lo que haría un gran baterista de jazz.

En la parte final del solo, al seguir las instrucciones de Fletcher simplemente se apoya en su criterio, pues a este ya no le interesa humillarlo. Y al final se miran reconociendo que aquella presentación ha puesto a este prometedor músico en las puertas de la grandeza y que ha trascendido las enseñanzas de su maestro. Ambos obtienen lo que quieren y lo hacen de una manera espectacular.

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El arduo trabajo y lo lejos que el atormentado muchacho estuvo dispuesto a llegar finalmente recibe una recompensa digna, PERO también es posible considerar que éste haya perdido una parte de sí mismo -incluso su disfrute por la música- para convertirse en una persona obsesionada con la grandeza por medio de métodos poco ortodoxos.

Crítica al final de la película Whiplash: Música y obsesión
El abuso psicológico y físico entran a ser justificados por el genial resultado del final.


La grandeza de una persona
se puede manifestar en los grandes momentos,
pero se forma en los instantes cotidianos.

Phillips Brooks

Invirtiendo el final, podríamos considerar que el triunfo es del maestro sobre su alumno, pues éste termina siendo ese prodigio que tanto buscó en su carrera como maestro y director de banda. Asimismo, él gana porque prueba que sus métodos extremos rinden fruto y sus enseñanzas exageradas fueron efectivas.

Fletcher, como gran dictador y maestro de la manipulación, domina a Andrew y se mete completamente en su cabeza, desde el principio hasta el fin de la película.

Es por eso que el profesor no interrumpe el solo, éste deja que termine su presentación e incluso lo guía para que todo sea perfecto. Él está feliz por este resultado y su baterista aún está bajo el dominio de sus gestos manuales, incluso en una presentación improvisada en la que demuestra que es un grandioso baterista.  

Fletcher sigue en control.

Por un lado, el profesor no tiene nada que perder (perdió su prestigioso trabajo y no podrá ejercer sus métodos coercitivos y humillantes tan fácilmente en otros contextos), y por otro lado, sigue diciéndole a su víctima preferida qué hacer, cómo hacerlo y cuando.

Sin embargo, aquí los caminos intepretativos comienzan a bifucarse. Por un lado, cuando regresa para hacer su "solo", puede pensarse que Andrew lo hace porque (1) quiere vengarse (una interpretación plausible pero débil ya que no arruina la presentación); porque (2) quiere demostrar a Fletcher "de lo que está hecho"; porque (3) quiere demostrarse a sí mismo su propia valía; porque (4) quiere aprovechar la oportunidad para vencer a Fletcher en su propio juego; porque (5) quiere recuperar su honor y su imagen; porque (6) después de abrazar a su padre no quiere unirse a él en la conformidad del fracaso y aún desea separarse de un destino similar; porque (7) simplemente le importa la opinión de Fletcher y ha sucumbido a su tiranía o (8) una especial combinación de todas o algunas de las opciones anteriores.

Explicación del final de la película Whiplash: Música y obsesión
Desde esta mirada, Andrew es una persona insegura, que busca aprobación externa de una persona con prestigio y que no confía en su propio camino, incluso cuando su don como baterista podría ser una justificación para no creer en nadie ni en nada sino en sí mismo.

Un gran hombre demuestra su grandeza
por el modo en que trata a los que son o tienen menos que él.
Thomas Carlyle

Volviendo a la mirada que ambos se lanzan justo antes del final definitivo, podemos suponer que la mirada del baterista expresa que por fin ha logrado impresionar a su profesor y la mirada éste expresa su satisfacción por haber logrado esculpir a su propio prodigio.

Conociendo al joven y su incapacidad para regular sus emociones, es justo hipotetizar que el daño recibido será permanente y los costos de alcanzar la grandeza siempre dejarán una cicatriz en su mentalidad y en su vida (posiblemente con un final similar al del propio Charlie Parker o Sean Casey).

Apreciaciones sobre el final de Whiplash: Música y obsesión
¿Hasta dónde se debe llegar? ¿Cuál es el límite? ¿Cuándo llegamos al extremo y por qué vale o no la pena?

En resumen, la película inspira una discusión acerca del futuro de Andrew en cuanto a su camino hacia la grandeza, pues algunos pueden verlo como una pérdida de su humanidad, mientras que otros lo pueden ver como una muestra de emprendimiento y superación.

Desde el punto de vista que acabé de exponer, el final de la película parece implicar que Andrew no resolverá su relación con Fletcher pero alcanzará su grandeza a costa de su estabilidad emocional y las demás dimensiones de su vida.


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Whiplash - Parte 1 - Fletcher vs. Andrew
Whiplash - Parte 2 - Ser el mejor 
Whiplash - Parte 4 - Aprendamos de Andrew
Whiplash - Parte 5 - Aprendamos de Fletcher

 

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  1. Terence Fletcher: Tenemos a un ruidoso hoy. Neyman, 19 años de edad. ¿No es bonito? OK, banda. "Whiplash"

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