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El Profeta - Libro - PortadaGibran Kahlil Gibran fue un poeta, pintor, novelista y ensayista libanés nacido en Bisharri, Líbano, el 6 de enero de 1883 y fallecido el 10 de abril de 1931. Una de sus obras más reconocidas es "El profeta", publicada en 1923. Esta obra trata sobre un profeta quien, 8 años antes de su muerte abandona el pueblo donde ha vivido. Antes de irse, la gente le pide que hable de ciertos temas, cada uno de los cuales forma un capítulo del libro.

Uno de estos capítulos me cautivó bastante, puesto que invita a ver las cosas malas que suceden en el mundo como una responsabilidad compartida. Se titula "El crimen y el castigo". Sin duda alguna, este material es para leer detenidamente, pues te dejará mucho que pensar.

La obra completa está llena de sabiduría, así que te invito a comprar el libro y leer pequeños fragmentos o capítulos cuando tengas un poco de tiempo. Este no es un libro para leer de corrido y su objetivo no consiste llegar al final, sino que pongas en consideración cada frase de cada capítulo. Si deseas leer el libro completo en línea, si prefieres descargarlo o imprimirlo, puedes encontrarlo aquí.

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El crimen y el castigo - Kahlil Gibran


Gibran Kahlil Gibran - Ilustraciones
"Y uno de los jueces de la ciudad pasó adelante y dijo, "Háblenos del Crimen y del Castigo"

Y él contestó diciendo:

Es cuando tu espíritu vaga en el viento que tú, sólo y sin protección, 
les cometes un mal a otros y por eso a ti mismo.
Y por ese mal cometido tienes que tocar a la puerta de los bendichos y esperar por un rato sin que te hagan caso.

Como el óceano es tu dios-mismo;
Se queda siempre no profanado
Y cómo el éter levanta sólo a los alados.
Hasta como el sol es tu dios-mismo;

No sabe las formas del topo ni busca los agujeros de la serpiente.

El Crimen y El Castigo - Gibran Kahlil GibranPero tu dios-mismo no habita solo en tu ser.
Mucho que está adentro de ti todavía es hombre, y mucho adentro de ti ya no es hombre,
sino un pigmeo amorfo que anda dormido en la neblina buscando su propio despertar.

Y acerca del hombre dentro de ti ahora hablo.
Porque es él y no tu dios-mismo ni el pigmeo en la neblina quien sabe el crimen y el castigo del crimen.

Muchas veces les he oído hablar de uno que comete mal como si no fuera uno de ustedes, sino un desconocido y un intruso en su mundo.
Pero digo yo que aun como los santos y rectos no pueden subir más allá de lo más alto que está dentro de cada uno de ustedes.
Tampoco los malvados y los débiles pueden caerse más bajo que lo más bajo que está dentro de ustedes.
Y como una hoja sola no se vuelve amarilla sin el conocimiento silencioso de todo el árbol.
También el que hace mal no puede hacerlo sin la voluntad oculta de todos ustedes.

Como un desfile de ustedes andan juntos hacia sus dios-mismos,

Fragmentos de El Profeta - Gibran Kahlil Gibran
ustedes son el camino y los caminantes.

Y cuando uno de ustedes se cae, él se cae para los que están detrás de él, un aviso de la piedra tropezadora.
Si el se cae para los que están enfrente de él, quienes son más rápdos y más seguros en caminar, pero no quitaron la piedra.
Y esto también, aunque la palabra yace pesadamente en sus corazones:

El asesinado no falta responsabilidad por su propio asesino,
y el robado no falta totalmente culpa por ser robado.
El recto no está inocente de los actos del malvado.
Y él con manos blancas no está limpio de los actos del criminal.
Sí, el culpable muchas veces es la víctima del lastimado.

El Crimen y El Castigo - Gibran Kahlil GibranY con aún más frecuencia el condenado lleva la carga de "el sin culpa".
No puedes separar los justos de los no justos y los buenos de los malvados;
porque se quedan juntos antes de la cara del sol como el hilo negro y el blanco son tejidos juntos.
Y cuando se rompe el hilo negro, el tejedor mirará en la tela blanca, y examinará el telar también.

Si uno de ustedes le echara la culpa a la esposa no fiel
que también pese el corazón el esposo en las escalas, y mida el alma de éste con medidas.
Y que quien azotara al delincuente mire el espíritu del ofendido
Y si uno de ustedes castigara en nombre de la rectitud y diera con hacha al árbol malo, que vea las raíces del árbol;
Y en verdad él hallará las raíces de lo bueno y lo malo, de lo provechoso y lo infructuoso, todos entrelazados en el corazón silencioso de la tierra.


¿cómo castigarían a ellos cuyo remordimiento ya es más grande que sus actos malos?Y ustedes los jueces quieren ser justos

¿Cuál juicio le dictan ustedes al que, aunque es honesto con la carne es un ladrón con el espíritu?
¿Cuál pena le dan ustedes al que mata físicamente pero es matado el mismo en el espíritu?
Y, ¿cómo procesan ustedes al que por acción es mentiroso y opresor, pero también es apenado y víctima de atrocidad?
Y, ¿cómo castigarían a ellos cuyo remordimiento ya es más grande que sus actos malos?
¿El remordimiento no es la justicia que es administrada por esa misma ley que ustedes con ganas sirven?

Pero no pueden ponerles el remordimiento a los inocentes ni quitárselo del corazón del culpable.
Sin ser pedido, el remordimiento llamará en la noche, para que las personas puedan despertarse y mirarse a sí mismas.

Y tú quien intentas entender la justicia, ¿cómo la entenderás a menos que veas a todos los actos con toda luz?

Solo entonces sabrás que los erigidos y los caídos son sólo un hombre de pie en el crepúsculo entre la noche de su pigmeo-mismo y el día de su dios-mismo,
y que la piedra angular del templo no es más alta que la piedra más baja de sus cimientos."




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