1. Sé específico
La revista Time, a inicios del 2012, publicaba los diez propósitos de año nuevo que incumplimos con más frecuencia:
¿Por qué no podemos cumplir estas metas que son tan importantes para nosotros?. Bueno, existen diversas razones, pero creo que la más importante es que nuestras metas están mal formuladas:
¿Quieres bajar de peso?
Bueno, ¿y cómo lo vas a hacer?
- ¿Vas a comer mejor o sólo vas a hacer ejercicio?
- ¿Qué tipos de ejercicios vas a hacer?
- ¿Cada cuánto?
- ¿Qué tan intensos serán los ejercicios?
- ¿Vas a ir al gimnasio o vas a practicar algún deporte?
- ¿Vas a hacerlo solo o con alguien más?
Todas las preguntas que puedan surgir durante el siguiente año deben ser contestadas al momento de formular tu propósito, así sea de manera tentativa. Puedes cambiar tus condiciones luego, pero no dejes las cosas demasiado generales y ambiguas. Debes tener un plan diseñado de la manera más precisa posible. Así tendrás menos oportunidades de fallar.
Intenta construir tus propósitos como si fueran planes a largo plazo y con una gran cantidad de presupuesto (material e inmaterial). Algo que debes tener muy claro es que tus propósitos de año nuevo no deben ser caprichos, deseos, anhelos o actos de fe y esperanza. SON PROYECTOS. Objetivos concretos y cuidadosamente diseñados. O al menos, deberían serlo.
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Antes que nada, debes tener en claro que no hay nada de malo en tener este tipo de metas (no es que sean irrealizables por sí mismas). Lo que suele fallar es el enfoque que aplicas cuando formulas tus objetivos para el próximo año. |
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Para escribir propósitos más claros y explícitos, intenta responder las siguientes preguntas:
A) ¿Qué quiero exactamente?
“Dejar de fumar” no es una meta concreta. Debes ser lo más explícito posible. Tienes que definir cuántos cigarrillos fumas ahora y en qué medida quisieras reducir esa cantidad.
“Viajar más” tampoco es algo concreto.
- ¿A dónde quieres viajar? ¿Qué país? ¿Qué ciudad?
- ¿Cuándo y durante cuánto tiempo?
- ¿Qué harás en tu lugar de destino?
- ¿Dónde te vas a hospedar?
- ¿Cuánto dinero esperas ahorrar? (Tal vez tu meta no sea viajar sino "ahorrar para viajar")
- ¿Con quién irás?
Cuando tu mente tiene claro hasta los más mínimos detalles de tu meta, se enfoca mucho más fácil y te hace tener una determinación más fuerte y a prueba de errores.
Además, tienes que contemplar todas las posibilidades actuales y futuras.
Dentro de las posibilidades pasadas están tus virtudes y tus debilidades, tu forma de ser y tu situación actual respecto a eso que quieres cambiar. Por ejemplo, si quieres reducir tu consumo de tabaco debes tener en cuenta los cigarrillos que, en promedio, fumas a diario, hace cuánto fumas, cuál es tu nivel de dependencia, etc.
Dentro de las posibilidades futuras debes contemplar las posibles fallas que tendrás y qué harás al respecto. Deberías tener además un plan B que sea como un refugio cuando tu motivación y tu nivel de compromiso esté más bajo. Por ejemplo, si quieres dejar de fumar pero llegas a un punto donde te cuesta mucho resistir la tentación o estás muy cerca de alcanzar el límite permitido, puedes usar parches de nicotina como plan de reserva.
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No te preocupes si te toma mucho tiempo definir un objetivo concreto. Cualquier día es bueno para comenzar. Tienes todo un año lleno de oportunidades.
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B) ¿Cómo voy a lograrlo?
Define tu plan a corto, mediano y largo plazo y define qué método usarás. ¿Quieres aprender algo nuevo?
Plan a CORTO PLAZO:
- ¿Qué vas a hacer el primer mes?
- ¿Vas a pagar un curso o clases particulares?
- ¿Vas a aprender por internet?
- ¿Cuánto tiempo le vas a dedicar al día o a la semana?
Tienes que formular tus planes de forma tal que puedas comenzar de inmediato. Y que no requiera grandes inversiones de tiempo, dinero u otros recursos. Diseña un plan paso a paso. Tu objetivo seguramente tomará más de seis meses y la idea es que no desfallezcas antes de empezar, así que diseña los pasos más pequeños:
- ¿Qué puedes hacer ahora mismo, en este instante?
- ¿Qué puedes hacer mañana? No esperes hasta el primero de enero para comenzar a trabajar en tu meta. Trabaja desde ya. No esperes a que te sientas motivado y lleno de energía desde el primero de enero. Empieza por esfuerzos pequeños, por pequeñas acciones que puedas llevar a cabo ahora mismo.
- ¿Qué cosas vas a hacer a diario para cumplir tu meta?
- ¿Qué puedes hacer esta semana?
- ¿Qué cosas vas a hacer semanalmente para estar más cerca de tu objetivo?
Plan a MEDIANO PLAZO: ¿Qué esperas haber logrado al tercer mes? ¿Qué vas a hacer si tus planes no rinden frutos? ¿Cuáles son tus planes alternativos? ¿Qué cambios podrías implementar?
Plan a LARGO PLAZO: ¿Cuándo considerarás que tu meta ha sido cumplida? Por ejemplo, si quieres aprender un idioma, ¿te sentirás realizado si aprendes a saludar o tu meta es ser completamente bilingüe? Al cabo de seis meses, ¿qué esperas haber aprendido?
C) ¿Cómo voy a medir mis progresos?
¿Qué tipo de control voy a aplicar para determinar si estoy cumpliendo con mis metas o si debo esforzarme más?
¿Voy a llevar un registro de mis esfuerzos? ¿Qué voy a escribir en esos registros?
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Mi apuesta es esta: Todo propósito de año nuevo es posible si está bien planeado. |
"¿Qué sería de la vida,
si no tuviéramos el valor de intentar algo nuevo?".
Vincent Van Gogh
2. No los escribas. Grábalos
Una vez que tengas todo por escrito, si puedes, haz un vídeo. Es fácil ignorar un pedazo de papel. Es fácil ignorar tu memoria. Pero te será más difícil ignorar un registro audiovisual de tus propósitos. Agarra una cámara y detalla todo lo que te he dicho hasta el momento.
Asegúrate de capturar tu entusiasmo, tu motivación, tus buenas intenciones. Captura toda tu buena vibra, tu fe en ti mismo, tu confianza. Motiva al futuro yo que verá ese vídeo. Dile que no desfallezca, que puede lograrlo. Dile lo que esperas que haya logrado en marzo, en junio, en septiembre, como si fuera una carta en vídeo a tu futuro yo.